Uno de los elementos centrales de la visión para Colombia, que está proyectado en el Plan Nacional de Desarrollo (2018 – 2022), es incrementar la capacidad innovadora y emprendedora de las empresas, empresarios y trabajadores. Y es que el rol que juega la innovación en un país es crucial: es la principal fuente de ventajas competitivas que favorecen la productividad, el crecimiento económico y la creación de empresas generadoras de empleo. La innovación también ayuda a enfrentar desafíos ambientales como el cambio climático, estilos de vida sostenible y la preservación de la biodiversidad, además de aportar a la solución de retos sociales como la salud, la educación y la equidad.
Como resultado del esfuerzo empresarial y de la contribución de diferentes entidades multisectoriales para fortalecer la capacidad de innovación del país, entre ellos InnpulsaRuta N y la ANDI, Colombia logró ubicarse en el puesto 5 de América Latina y en el 63 a nivel global entre 126 economías en el Índice Global de Innovación calculado por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), la Universidad de Cornell y la Escuela de Negocios INSEAD.
Subir en este escalafón global no solo será resultado de políticas públicas o presupuestos. Por supuesto esto suma, pero en la cotidianidad de las organizaciones no es garantía de nada, no solo por el carácter incierto del esfuerzo innovador, sino por esa realidad que Drucker resumió mejor que nadie: “La cultura se come la estrategia al desayuno”. La cultura favorece o inhibe la innovación y por esto, las organizaciones con mayor potencial innovador son las que generan una atmósfera que invita a todos a asumir los desafíos propios de actuar “fuera de la caja”, en lugar de confiar en las habilidades creativas de unos pocos.
No son tantas las cosas que hay que resolver para lograr una cultura innovadora, pero hay que hacerlo de forma impecable:
- ¿Cómo tener un equipo de una riqueza excepcional, que aporte múltiples competencias para encarar un mundo cada vez más complejo?
- ¿Cómo hacer creíble que la organización está comprometida con hacer de la innovación una parte fundamental de su estrategia?
- ¿Cómo deberían desenvolverse los líderes para mantener viva la llama en sus equipos?
- ¿Cómo deberían ser las interacciones de las personas entre sí y con el entorno para favorecer la innovación?
Nada que involucre a los seres humanos es sencillo y esta no es la excepción, pero tampoco es algo reservado a Apple o a Google. De hecho, en Colombia hay empresas con logros tan atractivos, que hacen de ellas ejemplos cercanos de lo que es posible alcanzar cuando se tiene claridad de propósito y capacidad ejecutiva para pasar de la teoría a la realidad. Ninguna organización, está exenta de asumir el reto de innovar y la suya no es la excepción. Por esto, pregúntese qué tendría que hacer para conseguir resultados concretos. Recorra este camino con Great Culture to Innovate®, que le ayudará a entender en dónde concentrar los esfuerzos para que su compañía cree el valor que le permitirá ser relevante en el largo plazo.
